Lactancia Materna y Lesiones Musculares

​​​En este mes de celebración a las madres, compartimos contigo un tema del que se habla realmente muy poco pero que es sumamente importante para la SALUD de las mujeres postparto y sus bebés lactantes: sobre lesiones y dolores musculares durante el período de lactancia.

Es muy conocido que el amamantamiento tiene muchos beneficios para la madre y el bebé. Estos se notan no solo a nivel físico (ya que reduce el riesgo de cáncer de mama, por ejemplo, e influyen en una recuperación más rápida después del parto), sino que la lactancia también tiene un gran impacto emocional en la relación entre la madre y el bebé.

Sin embargo, hay una historia muy común entre las madres postparto y que se queda en el silencio demasiado tiempo… Y es que desde la llegada de sus bebés las mujeres empiezan a sentir el cansancio del desvelo y muy pronto sienten además dolores lumbares, en las cervicales, incluso en los brazos y muñecas.

Lo cierto es que las malas posturas al cargar a un bebé pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud de la madre, especialmente si se practica la lactancia materna por un período prolongado.

Esta hermosa actividad de nutrición y conexión emocional entre madre y bebé puede resultar con el tiempo en una patología para la madre, que toma una postura de flexión cervical. Es similar a la postura que tomamos al revisar el celular, por ejemplo, que a la larga puede llevarnos a una patología en la columna cervicotorácica.

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En la espalda se manifiestan contracturas y dolencias al cargar al bebé. Muchas mujeres sienten muy pronto dolor en el sacro, dolor lumbar, dolor pélvico… Con el tiempo, estas lesiones también pueden convertirse en patologías, causando deformidades en el cuerpo vertebral de la madre.

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También son comunes los dolores en los brazos y las muñecas. En general, es importante tomar en cuenta estas recomendaciones generales para evitar lesiones graves:

✓ Mantener una postura bien alineada y cómoda durante la lactancia materna.

✓ Cambiar de posición con frecuencia.

✓ Utilizar cojines de apoyo para reducir la tensión sobre los músculos del cuello, la espalda y los brazos.

Claro, también los padres y otras personas que ayudan a las madres a cuidar a sus hijos pueden sentir estos dolores. Por eso es importante tener un conocimiento riguroso para que toda la familia y el sistema de apoyo para que madre y bebé se mantengan sanos y fuertes. Este conocimiento relacionado con la SALUD músculo-esquelética es de utilidad para todos, aunque nos hemos centrado en las madres lactantes por la actividad más intensa que usualmente realizan al cuidar y amamantar a sus bebés.

Ahora bien, cuando una madre amamanta, su cuerpo libera hormonas como la prolactina y la oxitocina, que ayudan a establecer y fortalecer el vínculo emocional. Estas hormonas también pueden ayudarle a sentirse más relajada y en calma. Gracias a la oxitocina es que la mujer se puede relajar hasta el punto de dormir profundamente mientras su bebé se alimenta.

Estos beneficios no están al alcance de todas las madres, lamentablemente, ya que la lactancia materna también puede ser un desafío para algunas mujeres. En este proceso es importante que se sientan apoyadas y comprendidas por su círculo más cercano y que los profesionales sanitarios les proporcionen información y asesoramiento adecuado.

Es realmente una maravilla lo que el cuerpo de una mujer es capaz de hacer. Y la experiencia puede ser muy gratificante porque fomenta el vínculo afectivo y la sensación de bienestar en ambas partes. Sin embargo, como hemos dicho, no siempre es fácil…

Por eso te compartimos además tres posiciones para amamantar. ¡Tómalas en cuenta!

1. Posición de cuna:

En esta posición, la madre sostiene al bebé de manera que la cabeza del bebé queda en su antebrazo.

Posición de cuna

✓ permite una buena alineación del cuerpo del bebé y evita la torsión de su cuello.

✓ puede reducir el riesgo de torceduras en el cuello y mejorar la succión del bebé.

✓ la madre puede descansar su brazo en un cojín o almohada para reducir la tensión en los hombros y brazos.

2.Posición de fútbol: 

En esta posición, el bebé se coloca debajo del brazo de la madre, de manera que su cabeza queda en su mano y su cuerpo se extiende hacia atrás.

Posición de fútbol

✓ ideal para las madres que han tenido una cesárea o que tienen pechos grandes.

✓ el bebé no presiona directamente sobre la incisión o el pecho.

✓ puede ser útil para bebés que tienen dificultades para succionar o para las madres que tienen pezones invertidos o planos.

3.Posición acostada:  En esta posición, la madre se acuesta de costado con el bebé acostado junto a ella.

Posición acostada

✓ ideal para las madres que se están recuperando de un parto difícil o que tienen dolor en los pezones.

✓ permite que el bebé tenga un acceso fácil al pecho sin causar tensión en el cuerpo de la madre.

✓ puede ser una posición cómoda para la madre y el bebé para descansar y dormir juntos.

En general, las posiciones cómodas y adecuadas para amamantar pueden reducir el riesgo de dolor en el pecho y en los hombros de la madre, así como también mejorar la capacidad de succión y la nutrición del bebé.

Los profesionales sanitarios que acompañan a las madres en este proceso juegan un papel clave. La mayoría de estas dolencias corporales pueden prevenirse o tratarse con el apoyo adecuado de un profesional y una correcta técnica de lactancia materna.

Cuéntanos, ¿has experimentado tú misma estos dolores o tienes pacientes o alumnas que sufren de lesiones después de amamantar por períodos prolongados?

¿Qué estrategia utilizas para acompañarlas? 

​¡Nos encantaría de todo corazón conocer tu punto de vista! Sigamos la conversación en los comentarios, te leemos y responderemos a todos en las primeras 24 horas 😊

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