La epicondilitis es la inflamación de los tendones que se anclan en el epicóndilo, el hueso que sobresale en la parte lateral del codo- Es una afección relativamente frecuente que genera dolor en la zona con actividades del día a dia, sobre todo al coger un peso. Otros ejemplos son: abrir una botella, accionar la manivela de una puerta, incluso al encajar la mano de otra persona para saludarla.

Buena parte de los músculos que accionan la muñeca y los dedos de las manos están alojados en el antebrazo con lo que aquellas actividades que generen una sobreutilización de dichos músculos – habitualmente relacionadas con determinados utensilios (como atornillar, utilizar una raqueta de tenis durante tiempo cuando no se está adecuadamente preparado para ello, cortar estructuras duras con tijeras, cuchillos, etc.) – provocarán una excesiva tracción sobre los tendones que van al epicóndilo produciendo pequeñas lesiones en su estructura.

Pueden resultar muy significativas para favorecer este tipo de lesiones las actitudes hipercifóticas (espalda media excesivamente curvada) y el desplazamiento de los hombros hacia adelante ya que modifican la adecuada relación de tensiones que circulan por los brazos.

Hay que tener en cuenta que éstos están suspendidos miofascialmente de la región cervical. El codo es una “estación” clave donde, las fascias/tendones provenientes de las cervicales, se anclan para sujetar en suspensión a los brazos. El incremento de tensión de las cadenas miofasciales pueden producir irritación de las zonas en la que los tendones suspensorios se anclan a los huesos.

Bajo nuestro punto de vista, el abordaje desde la práctica de Fisiom debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:

∞ Reeducación postural – mejorar la posición de hombros si éstos se encuentran desalineados (báscula anterior de la escápula, ABD escapular o rotación interna de los hombros), acercar al equilibrio mecánico la curvatura torácica (hipercifosis) y abrir los candados que mantienen la cabeza en posiciones adelantadas, proyectada hacia adelante.

∞ Reducir tanto como se pueda la practica de asanas con los brazos alzados para evitar la sobrecarga de trapecios y deltoides (estos canalizan tensiones al codo a través de las cadenas miofasciales).

∞ Reducir el tono de los músculos trapecio y deltoides, por ejemplo en Garuḍāsana (se puede hacer la postura sentado en una silla para poder mantener los brazos en esta posición durante un buen tiempo).

∞ Evitar las asanas en las que se cargue el peso en las manos y brazos como, por ejemplo, la plancha, Caturaṅga Daṇḍāsana, Adho Mukha Śvānāsana, etc. si con ello se despierta la sintomatología.